miércoles, 30 de diciembre de 2015
jueves, 22 de octubre de 2015
EMPLEOS MISERABLES
(Santa Eulalia de Abamia)
«Luisa es panadera.
Trabajaba en una gran superficie, una enorme superficie en la que importa poco
si uno es pescadero, panadero o reponedor. La acaban de despedir. La contratan
por periodos de tres meses, contratos inmorales e indecentes de tres meses generados
bajo la reforma laboral de esa ministra innombrable que recuerda siempre a Millán,
el de “Martes y Trece”. Luego, la dejan un mes en la calle, como si estuviera
de vacaciones sin sueldo, en una condición miserable y, si procede, al cabo de un
tiempo la vuelven a contratar de la misma forma, bajo la misma indecencia, tres
meses sin más.
El ministro Guindos
(de), del que, lamentablemente, ya tuvimos que hablar aquí hace algún tiempo[1],
ha tenido el cinismo de decir hoy que los resultados de la Encuesta de Población
Activa del tercer trimestre son incluso mejores que los que había vaticinado su
ministerio. Es un empleo de mierda que el señor ministro considera excelente.
Hace unos días el
Tribunal Supremo anuló el despido de una pescadera provocado por la indecencia
de otra gran superficie, por la indecencia de Mercadona. Al parecer, la
empleada había tenido el atrevimiento de regalar una pescadilla a una cliente,
en lugar de tirarla a la basura, aunque la vergüenza e indecencia de Mercadona también
sabe a ciencia cierta que una gran cantidad de personas desamparadas se la
disputarían entre tal basura al final del día.
Algunas veces incluso
los ministros bobos, de voz gangosa, tendrían que tener la decencia y
oportunidad de callarse la boca. Alguien les callará la boca próximamente,
vamos a callarles la boca de una vez y para siempre, pero durante los últimos
cuatro años han arrasado con todo, dejando un rastro podrido, como el de la
pescadilla de Mercadona que corresponde al departamento de eso que se llama “recursos
humanos” en toda gran superficie.
Luisa preparaba y
cortaba mi pan y la han echado a la calle.
Era panadera en una
gran superficie.»
sábado, 28 de marzo de 2015
COMO UN DESIERTO
(El Palmar)
(18-02-2015)
«Brazos
pequeños.
Mis
manos
acogen
mis muñecas:
las abrazan
Son
pequeñas.
No se
corresponden
con
todo lo vivido
para
quien resta
muy
poco por vivir.
No leo
nada,
no
investigo nada:
prevengo
mi ausencia,
organizando
mis lágrimas
que son los riegos,
aunque
muy poco.
Labores
de orden,
sin
ningún sentido
y
finalidad incierta.
Alcanzo
la mitad.
No
puedo dormir
después
del mediodía,
mientras
permanezco,
hasta
entrada la noche,
amarrado
a asuntos tenues,
azorado por algún porvenir,
limitado
por mi conciencia,
tan
atormentada.
Sólo
el desconcierto,
el
abandono,
la
apatía.
No
estoy atribulado.
¿O sí?
Estoy
casi vacío,
Como un
desierto.»
r
sábado, 16 de agosto de 2014
NACIONALISMOS
«De todas las personas que por suerte
o desgracia he llegado a conocer soy el único, creo, que no consideraría un
insulto que lo llamaran animal. Mientras más trato a los animales, más me
convenzo de que entre ellos y los hombres no hay ninguna diferencia, como han
querido sostener algunos embaucadores, y que sencillamente aquello en lo que nos
diferenciamos de los animales no prueba del todo la superioridad humana. En
efecto, lo que esencialmente los distingue de nosotros es que han copiado de
los hombres todo lo bueno que tienen y han evitado imitar lo malo, lo perjudicial
y lo ridículo. Nunca han discutido sobre las visitas en Año Nuevo, ni sobre el
hábito de fumar ni sobre el impuesto al tabaco, o cualquier otro impuesto; no
juegan a las cartas, no beben más que agua, o leche cuando son pequeños, no
mantienen ejércitos, ignoran qué quiere decir patria y propiedad privada y por
ello no entablan pleitos ni hacen guerras, sólo enfrentamientos cuerpo a cuerpo
por cuestiones que les interesan de forma directa y personal como pueden ser la
posesión de un verde prado o el favor de una hermosa hembra de la misma
especie, una gata, una perra, una leona, una yegua o una cierva. Y limitan sus
vínculos familiares a los estrictamente necesarios y no molestos. Tienen padre
y madre, pero no tíos, primos, abuelos o nietos. Y, lo que es más importante, no
tienen suegros y suegras.
Como viven con lo que les envía la
Divina Providencia, según la máxima evangélica, no están sujetos a la obligación
de hacer testamento e ignoran que existen en el mundo notarios y verdugos,
juzgados, médicos, cárceles, cuarteles, hospitales, comedores de caridad y
figones económicos. No quiero decir con esto que ponga en duda la utilidad o
necesidad de estas cosas, sino simplemente que resulta difícil considerar
dichoso al hombre por algo de lo que no puede prescindir a causa de las
deficiencias de su cuerpo y de su mente. Y tampoco hay que considerar una
ventaja menor el que los animales puedan comer sin cocinero, vestirse sin
sastre, casarse sin cura, parir sin la ayuda de una comadrona y morir sin la
colaboración del médico o del verdugo.»
(EMMANUIL ROIDIS)
(“RELATOS DE SIROS”)
[1]
viernes, 7 de marzo de 2014
MADRE
(Madre)
Ocho años más tarde subtituló como “reivindicación de una hermosura” otro poema “A mi madre”, que termina:
y dicen que llueve por nosotros y que la nieve es nuestra
y ahora que el poema expira
te digo como un niño, ven
he construido una diadema
(sal al jardín y verás cómo la noche nos envuelve)
«Muere Panero el 7 de marzo de 2014; unos días antes, una
semana, muere Ana María Moix.»
jueves, 30 de enero de 2014
EL CASTAÑO NO SABE QUE SE LLAMA CASTAÑO
(Palo de Poo)
«[…] quien quería preguntarle de dónde sacaron
los árboles sus nombres…»
(DEREK
WALCOTT)
«Y de ahí, a Amado Nervo…»
lunes, 20 de enero de 2014
CON LA SOLEDAD NOS VAMOS: HAY QUE CUIDARLA, ACEPTARLA Y NO TEMERLA
«Mirar así, parece, le alivia de la soledad.
—Cuando ocurre la oscuridad, cuando se produce el silencio
de una voz así, que llevas dentro, descubres la soledad… Y la soledad es cada
vez más grande; pero con ella nos vamos, así que hay que cuidarla, aceptarla y
no temerla, sino adorarla de alguna manera. Es así y es así para todos.»
(Ángela Molina,
entrevista con Juan Cruz, El País 20-01-14)
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