sábado, 16 de agosto de 2014

NACIONALISMOS





«De todas las personas que por suerte o desgracia he llegado a conocer soy el único, creo, que no consideraría un insulto que lo llamaran animal. Mientras más trato a los animales, más me convenzo de que entre ellos y los hombres no hay ninguna diferencia, como han querido sostener algunos embaucadores, y que sencillamente aquello en lo que nos diferenciamos de los animales no prueba del todo la superioridad humana. En efecto, lo que esencialmente los distingue de nosotros es que han copiado de los hombres todo lo bueno que tienen y han evitado imitar lo malo, lo perjudicial y lo ridículo. Nunca han discutido sobre las visitas en Año Nuevo, ni sobre el hábito de fumar ni sobre el impuesto al tabaco, o cualquier otro impuesto; no juegan a las cartas, no beben más que agua, o leche cuando son pequeños, no mantienen ejércitos, ignoran qué quiere decir patria y propiedad privada y por ello no entablan pleitos ni hacen guerras, sólo enfrentamientos cuerpo a cuerpo por cuestiones que les interesan de forma directa y personal como pueden ser la posesión de un verde prado o el favor de una hermosa hembra de la misma especie, una gata, una perra, una leona, una yegua o una cierva. Y limitan sus vínculos familiares a los estrictamente necesarios y no molestos. Tienen padre y madre, pero no tíos, primos, abuelos o nietos. Y, lo que es más importante, no tienen suegros y suegras.
Como viven con lo que les envía la Divina Providencia, según la máxima evangélica, no están sujetos a la obligación de hacer testamento e ignoran que existen en el mundo notarios y verdugos, juzgados, médicos, cárceles, cuarteles, hospitales, comedores de caridad y figones económicos. No quiero decir con esto que ponga en duda la utilidad o necesidad de estas cosas, sino simplemente que resulta difícil considerar dichoso al hombre por algo de lo que no puede prescindir a causa de las deficiencias de su cuerpo y de su mente. Y tampoco hay que considerar una ventaja menor el que los animales puedan comer sin cocinero, vestirse sin sastre, casarse sin cura, parir sin la ayuda de una comadrona y morir sin la colaboración del médico o del verdugo.»
(EMMANUIL ROIDIS)
(“RELATOS DE SIROS”) [1]


[1] EMMANUIL ROIDIS, “Relatos de Siros”, Universidad de Sevilla Ed., Sevilla 2010 (pág. 81)

viernes, 7 de marzo de 2014

MADRE

(Madre)
 
Ocho años más tarde subtituló como “reivindicación de una hermosura” otro poema “A mi madre”, que termina:

y dicen que llueve por nosotros y que la nieve es nuestra
y ahora que el poema expira
te digo como un niño, ven
he construido una diadema
(sal al jardín y verás cómo la noche nos envuelve)

«Muere Panero el 7 de marzo de 2014; unos días antes, una semana, muere Ana María Moix.»

jueves, 30 de enero de 2014

EL CASTAÑO NO SABE QUE SE LLAMA CASTAÑO

(Palo de Poo)


«[…] quien quería preguntarle de dónde sacaron los árboles sus nombres…»

                                                                                         (DEREK WALCOTT)



«Y de ahí, a Amado Nervo…»

 

lunes, 20 de enero de 2014

CON LA SOLEDAD NOS VAMOS: HAY QUE CUIDARLA, ACEPTARLA Y NO TEMERLA





«Mirar así, parece, le alivia de la soledad.
—Cuando ocurre la oscuridad, cuando se produce el silencio de una voz así, que llevas dentro, descubres la soledad… Y la soledad es cada vez más grande; pero con ella nos vamos, así que hay que cuidarla, aceptarla y no temerla, sino adorarla de alguna manera. Es así y es así para todos.»


(Ángela Molina, entrevista con Juan Cruz, El País 20-01-14)

lunes, 14 de octubre de 2013

PIB

(F.I.B.)
(Felicidad Interior Bruta)
(Fotografía de E.B.F.)
 
«Nuestro Producto Interior Bruto es ahora mayor de 800.000 millones de dólares al año, pero, para establecer su cálculo, hemos de contar con la contaminación del aire, la publicidad de los cigarrillos y las ambulancias que limpian la carnicería de nuestras carreteras; hemos de contar con las cerraduras de seguridad de nuestras puertas y las cárceles para quienes las descerrajan; hemos de contar con la destrucción de las secuoyas y la pérdida de las maravillas de nuestra naturaleza a causa de la caótica dispersión urbana; hemos de contar con el napalm y las cabezas nucleares y los vehículos blindados de la policía que combate los motines de nuestras ciudades; en fin, hemos de contar con los programas de televisión que glorifican la violencia para vender juguetes a nuestros hijos.
Sin embargo, el Producto Interior Bruto no tiene sitio para la salud de nuestros hijos, la calidad de su educación o la alegría de sus juegos. No incluye la belleza de nuestra poesía o la solidez de nuestra amistad, la inteligencia de nuestros filósofos o la integridad de nuestros científicos. No mide ni nuestro ingenio ni nuestro valor, ni nuestra sabiduría ni nuestra cultura, ni nuestra compasión ni la devoción que sentimos por nuestros amigos y hermanos.
En pocas palabras, lo mide todo, menos lo que hace que la vida merezca ser vivida.»

(John F. Kennedy, 18 de marzo de 1968, discurso en la Universidad de Kansas City)

lunes, 10 de junio de 2013

LA HISTORIA REPETIDA

(Carlac 06-2013)
(DSC 0681)

«1837. Se licencia en Harvard College y vuelve a Concord durante el “Pánico de 1837”, una crisis económica nacional cuyos efectos durarían muchos años, con quiebra de bancos, ejecuciones hipotecarias y desempleo.» Â  

«De qué nos sonará todo esto y por qué se nos muestra como algo que surgiera de la nada, cíclicamente, sin responsabilidad definida; sencillamente, como si lloviera...»


 Cronología de Henry David Thoreau en “El Diario (1837-18619”, Ed. Capitán Swing Libros, Madrid 1ª Edición marzo de 2013, pág. 30.
 
 

domingo, 3 de marzo de 2013

EXTRAÑOS

 (Carrer Jerusalem)
(DSC 0555 02-03-2013)
 
«La teorización de la innovación como producto del aprendizaje y del conocimiento en acción no está en absoluto consolidada ni constituye un cuerpo teórico uniforme. En un extremo, los textos de teoría de la ciencia sensibles al <rodillo de la práctica>, en la expresión de Pickering (1995), del que surgen las innovaciones, se mantienen reacios a aislar las particularidades de la innovación, en su interés por las relaciones entre la mente, el cuerpo y las emociones, la agencia humana y no humana y las combinaciones recursivas e improvisadas de un proceso de descubrimiento que es siempre contingente y abierto…»  



«¿Por qué y para qué especular tanto expresando las cosas de forma harto confusa e impostada?
Digámoslo sin miedo: no son más que extraños, seres invisibles y difusos a los que ignoramos, a los que ni siquiera vemos, seres confinados en la categoría más miserable, la de la invisibilidad y la ignorancia, para la que legislamos pensando en la exclusión, en la expulsión, para la que ni siquiera reservamos el destino terapéutico de las ratas.»



 Ash Amin, “Tierra de extraños”, Ed. Galaxia Gutemberg, Barcelona, 1ª ed. Febrero 2013, pág. 54.