«Las conversaciones que mantenían entre ellos eran aún más difíciles de entender, pues los sarakatsánis usan un vasto y críptico vocabulario para cualquier minucia o invocación: las diversas clases de fuentes de agua y cualidades de la hierba, la construcción de sus chozas, el sonido de los badajos y la crianza de corderos y cabras, caballos y perros pastores. También utilizaban sus propias expresiones para todo lo referente al cuidado de los moruecos, la cría de las ovejas, el esquile, el ordeñe, el transporte de cestos, la búsqueda de rutas, los pesebres, las acampadas, la previsión del clima y, en definitiva, para todo lo que configuraba su mundo.» [Ж]
Ж PATRICK LEIGH FERMOR, «ROUMELI – Viajes por el norte de Grecia», Ed. Acantilado, Barcelona, junio 2011, 1ª edición, pág. 26.